
No hace un año que murió Hank Jones, uno de los más respetados pianistas de jazz y, afortunadamente, tenemos una grabación de primerísimo nivel para rememorarlo. En Buenos Aires nos quedamos con ganas de verlo en vivo, dado que una presentación prevista para el año pasado debió suspenderse por sus problemas de salud. Jones tenía entonces 91 años y seguía recorriendo ciudades y países entreverándose con músicos de todas latitudes. Quienes conocen su carrera recordarán que este pianista, parte de una familia de siete hermanos con opción por la música (Thad y Elvin entre ellos) tocó con todos los grandes y fue convocado por antiguos y nuevos talentos. Hasta fue él quien -acaso algunos lo desconozcan- estaba al piano cuando Marilyn Monroe le cantó el famoso Happy Birthday a John F. Kennedy. Esta grabación que llega ahora desde el sello Storyville recoge un encuentro con el contrabajista dinamarqués Mads Vinding y el baterista Al Foster en Copenhagen, en 1991. Jones viajó allí para participar de conciertos y grabaciones con motivo del Jazzpar Price. El disco tiene interpretación y sonido impecable. Hay temas de Sonny Rollins, de Monk, de Miles Davis y de Charlie Parker. Recomendable desde todo punto de vista, este trabajo confirma todo lo que los amantes del jazz saben de Hank Jones.


Nació al sur de Londres en una familia muy modesta y llegó a tocar para tres presidentes de EE.UU. a lo largo de su carrera. Su ceguera le facilitó estudiar música hasta llegar a ser un pianista de éxito y un reconocido compositor. Falleció el pasado día 14, en su casa de Manhattan, a la edad de 91 años.
Con su traslado a EE.UU. en 1947 entró de lleno en el bebop: empezó trabajando en el grupo liderado por Oscar Pettiford y Buddy DeFranco para pronto empezar a colaborar con Dizzy Gillespie y en 1950 hacer una gira por todo el país con Billy Eckstine, que culminó con un aclamado concierto en el Carnegie Hall de Nueva York.
