El pianista y compositor Dave Brubeck fue uno de los músicos que con más éxito posibilitó la apertura del jazz a nuevos públicos. Hace algunas semanas hubo celebraciones varias por sus 90 años, que los lleva bien activos: en 2010 Brubeck y su grupo ofrecieron más de 50 conciertos y presentaron nuevas composiciones. Pero el festejo central incluyó la realización y difusión de un documental sobre este gran músico que contó con la producción de Clint Eastwood, cineasta conocido por sus fans como un amante del jazz. El film fue dirigido por Bruce Ricker y apuntó a mostrar no sólo al artista sino al hombre. Allí se cuentan historias poco conocidas de Brubeck, como una enconmienda que recibió para componer música sacra por parte del Vaticano en la era de Juan Pablo II. El documental lleva el título de Dave Brubeck: In his Own Sweet Way, una de las composiciones del pianista y en casi hora y media revisa las alternativas de su vida. Se pueden ver escenas dondee Brubeck y Jay McShann comparten un blues y testimonios de artistas tan diversos como Sting, Bill Cosby y Jamie Cullum, quienes admiten la influencia que ejerció sobre ellos.
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